domingo, 14 de septiembre de 2008

Migración. Del campo mexicano hacia el campo norteamericano

Migración. Del campo mexicano hacia el campo norteamericano:
una aproximación a las causas del fenómeno migratorio.

Karina Ysela Romero Reza
Egresada Lic. en Historia-UACJ

Trabajo escrito y presentado en mayo de 2006.


Hablar sobre migración es hablar sobre un tema complicado, y hasta podría decirse que trillado debido a los últimos acontecimientos que se han venido dando en algunas ciudades norteamericanas, pero, sobre todo, debido al repetitivo discurso demagógico de nuestros políticos que a diario sueltan alguna declaración sobre migración, y sobre acuerdos migratorios proponiendo poco y solucionando nada, por supuesto. Yo no pretendo soltar verborrea demagoga ni mucho menos en este trabajo, sólo quiero exponer el problema, desde mi punto de vista, además de hablar un poco sobre una de las principales causas de la expulsión de gente hacia Estados Unidos: el campo mexicano.
La migración como práctica humana común ha sido tema de discusión política, económica, social y académica desde hace bastante tiempo ya que tiene que ver con todos éstos aspectos, beneficiándolos muy pocas veces o perjudicándolos algunas otras.
La migración no sólo cambia la vida de aquel que se mueve a través de territorios propios a su nacionalidad o ajenos a ella, sino también la de las personas que habitan en los territorios que son paso obligado de los migrantes. Tal pareciera que estas discusiones arriba mencionadas se han quedado sólo en la cuestión económica y geográfica del asunto sin llegar a conclusiones concretas que puedan beneficiar a los seres humanos en movimiento, protegiendo sus derechos.
Yo espero con este trabajo acercarme, por medio del análisis y desde un enfoque histórico-social, a una problemática histórica pero también muy actual, y al parecer interminable, debido al carácter migratorio del que hemos sido protagonistas los hombres y mujeres que nos hemos desplazado, que estamos en un constante y eterno movimiento buscando la subsistencia y mejores medios para alcanzar el bienestar social que muchas veces no es alcanzado en el lugar de origen.




“Los mexicanos van a los Estados Unidos
a hacer trabajos que ni los ‘negros’ quieren hacer”.
Vicente Fox Quezada.[1]

“Migrante, según un diccionario[2], es aquel que viaja de lugar en lugar en busca de trabajo”, principalmente ésta sería la causa por la que una o varias personas se desplazan de su lugar de origen pero, aunado a esto, va también la búsqueda de una mejor educación y posiblemente, cuando existe ya una conciencia social y política en el migrante, la búsqueda de bienestar político o de estabilidad política que muchas veces no se tiene en el lugar de origen, como podría ser la búsqueda de democracia, respeto al voto, etc.; con esto me refiero a que ya no sólo se busca satisfacer las necesidades materiales sino las morales, las necesidades de los individuos como ciudadanos.
Con las palabras de nuestro C. Presidente y con la definición de un diccionario norteamericano, pero también con el análisis de los estudios hechos por profesionales sociales, nos podemos dar cuenta que el objetivo de los migrantes generalmente es la búsqueda de trabajo en caso de carecer de uno en el lugar de origen o de obtener uno mejor en caso de tenerlo; se podría decir que los migrantes están en una constante búsqueda de ‘progreso’ o simplemente de búsqueda de los bienes materiales que no se tienen; o en palabras de Weber ‘la escazes se supone subjetivamente y la acción se orienta por esta suposición’[3], claramente Weber expresa el espíritu del incesante movimiento de los migrantes que al estar sufriendo de escazes, principalmente laboral y por consiguiente material, se desplazan por el territorio en busca de estos elementos.
Las fronteras, no sólo entre países, sino originalmente entre el territorio nacional, del campo a las ciudades, han sido testigos de la movilidad constante de miles de personas que cruzan de un lugar a otro en busca principalmente de trabajo, en segundo plano educación, que más bien la educación vendría acompañada con los derechos que los migrantes tienen al estar proporcionando su mano de obra para aumentar la economía del país donde se reside. Bajo esta cuestión estaríamos hablando de sociedad y economía, así como de las crisis que surgen en éstas sociedades, que no siempre son las causantes de la expulsión de migrantes, pero en muchos de los casos las crisis económicas y sociales son motivadoras del desplazamiento humano.
Las crisis económicas y por lo tanto sociales que expulsan a los habitantes, sobre todo del campo hacia las ciudades y de éstas hacia otras ciudades y hacia otros países, según la tesis de Lourdes Arizpe no se origina en el campo sino en el desequilibrio (económico sobre todo) que las ciudades le ocasionan al campo[4]; este desequilibrio se traduciría en la gran desigualdad que existe por parte de los gobiernos hacia el campo y sus habitantes, en donde fácilmente se puede ver que todos los beneficios, económicos, educativos, de seguridad pública, de servicios, se vuelcan en las ciudades dejando en un desamparo total a los pueblos, a la sociedad rural. Además, ahora los campesinos ya no hacen revoluciones como hace 100 años, ahora emigran.
Si este desamparo hacia el campo persiste los migrantes seguirán desplazándose, pero si sus necesidades tampoco son satisfechas en la ciudad de nuevo seguirán migrando ahora hacia otros estados del país de origen y en muchos de los casos hacia el exterior, siendo el norte el punto de movilidad más común. La migración internacional o entre países es lo que la mayoría de los estudios tratan de explicar sin ir al origen de las expulsiones masivas, el campo, de donde han salido un número elevado de migrantes, y precisamente la tesis de Arizpe se confirma una vez más, al no tener los servicios necesarios de salud que supuestamente el Estado debe proporcionar, las personas salen hacia la ciudad a buscarlos, y si no los encuentran en México cruzan la frontera, o más bien, las fronteras hacia otro país, a Estados Unidos.
Otro de los factores por los que el campo y en si México es expulsor de migrantes es la falta de trabajo, en un período de 16 años (1980-1996) Enrique Dussel Peters nos muestra que tanto la oferta de trabajo como los salarios bajaron considerablemente[5]. Un factor relevante para que esto suceda es la economía, el dinero ya no se invierte en el campo. La economía del país gira en torno a la industrialización de las ciudades, el campo se ha quedado sin trabajo, rezagado, abandonado, y los pocos trabajos que se generan en las ciudades son mal remunerados. Dussel Peters también aclara en su trabajo arriba citado que las causas de la migración son múltiples, causas económicas y políticas, como ya se había mencionado, son las causantes, según el Banco Mundial, del desplazamiento humano[6], yo estoy de acuerdo con éste autor cuando dice que la migración, mexicana sobre todo, es motivada por el factor económico, esto es por la falta de empleos y por los salarios bajos, pero también habrá que ver otros factores, como la inseguridad.
Mario Pérez Monterosas nos dice en su trabajo sobre migración publicado por el Colegio de la Frontera Norte que la migración siempre se explicaba mediante teorías económicas[7] sin que se tomaran en cuenta perspectivas diferentes, como la social por ejemplo o la histórica. Es importante la teoría económica para basar la explicación de la migración pues es la que siempre le ha dado sustento a los grandes estudios. La economía de las sociedades ha sido el factor de expulsión de las personas que se convierten en migrantes durante siglos. No critico la propuesta de Pérez Monterosas de abordar el tema migratorio desde perspectivas sociales, me parece muy apropiada pero no creo que sea la originaria de la expulsión de personas de un lugar a otro, puede ser consecuencia pero no causante, ya que las crisis sociales se originan por una crisis económica que afecte directamente los intereses de las personas, es así como las tensiones sociales se acrecientan, y surgen las necesidades de salir, de moverse a otros lugares más seguros.
Las sociedades rurales y las urbanas han estado organizadas y han sido regidas mediante el factor económico, que aunque en años recientes este se ha transformado a una posición muy ´liberal´ los estudiosos de la migración, tanto sociales como económicos, no han llegado a conclusión que pueda dar con alguna solución que proponga beneficios para los pobladores sobre todo del campo, que no tengan que abandonar su lugar de origen a enfrentarse con peligros, con desilusiones, con más pobreza, etc.
Acertadamente Lourdes Arizpe apunta que en su primer periodo, en los años cincuentas y sesentas, el éxodo rural fue el precio del desarrollo[8], ahora en el siglo XXI, más de medio siglo después de que se iniciara este éxodo rural, el precio se sigue pagando. El desarrollo y la industrialización a costado manos campesinas que llegan día con día a las ciudades en busca de trabajo. Los gobiernos hasta hoy en día no se han preocupado por apostarle de nueva cuenta al campo, lo han olvidado al igual que a su gente, aunque quede cada vez más poca. La apuesta de los gobiernos mexicanos siempre ha estado, desde hace ya varias décadas, en las ciudades, en su modernización y su desarrollo, olvidando a las personas, olvidándose de crear políticas migratorias por ejemplo, como medio para buscar solución a lo que ha venido afectando la vida individual y en sociedad de los migrantes y de las familias que se quedan esperando.
El Estado ha olvidado reconocer el trabajo de los campesinos al desarrollo nacional, grave error que se ha venido cometiendo, pues han sido las manos del campo las que han contribuido al desarrollo de las ciudades mexicanas, y ahora se puede decir que también han contribuido al desarrollo de las ciudades estadounidenses, ya que cientos de miles de mexicanos, principalmente campesinos, han emigrado del campo mexicano a las ciudades mexicanas y de ahí han seguido su peregrinaje hacia Estados Unidos. Muchos de ellos no han logrado llegar hasta tierras norteamericanas y se han quedado en ciudades de la franja fronteriza entre México y Estados Unidos, ocupándose como obreros en una también industrializada, sino es que la más, zona de México.
El campo no ha tenido la culpa, como hemos visto, de la expulsión de los campesinos, ni tampoco lo han sido las ciudades que muchas veces le dan la bienvenida a los campesinos migrantes de una manera cruel y ruda. Probablemente sea responsable de la migración campesina el Estado mexicano en su afán modernizador e industrializador, que no tiene nada de malo en que quiera modernizar e industrializar al país, sino que ha puesto demasiada atención a procesos económicos capitalistas. Su afán neoliberal y su falta de política económica también han contribuido a que esto pase.
Una vez más vemos cómo la economía ha desatado problemas sociales que no se han podido resolver. Hace poco el cónsul de Estados Unidos en México, Tony Garza, hizo una declaración crítica y contundentes, dijo que “México no tiene una política económica, que solo está esperanzado a sobrevivir con las remesas de dólares que mandan los migrantes en Estados Unidos”, esa no es una política económica, el país y el gobierno están muy mal si piensan que los migrantes son el alivio de los males económicos del país.
Entonces porqué no pensar en el bienestar de los migrantes. ¿Por qué no pensar en hacer una política que los beneficie?, ya entiendo entonces lo que decía el cónsul, cómo vamos a hacer que el campo trabaje y deje de expulsar campesinos-migrantes si los migrantes son considerados la salvación del país, son la política económica de México.


Bibliografía

Arizpe, Lourdes, Campesinado y Migración. SEP, México, 1985.

Dussel Peters, Enrique, “Recent Structural Changes in Mexico´s Economy: A Preliminary Análisis of Some Sources of Mexican Migration to the United Status” en Crossings Mexican Immigration in Interdisciplinary Perspectives, (edited by Marcelo M. Suárez-Orozco). Harvard University, USA, 1998.

Mummert, Gail (ed.), Población y Trabajo en contextos regionales. ColMich, México, 1990.

Mestries Benquer, Francis, “Crisis cafetalera y migración internacional en Veracruz” en Migraciones Internacionales, Vol. 2, Núm. 2, COLEF, México, julio-diciembre de 2003. pp. 121-148.

Pérez Monterosas, Mario, “Las redes sociales de la migración emergente de Veracruz a los Estados Unidos” en Migraciones Internacionales, Vol. 2, Núm. 1, COLEF, México, enero-junio de 2003. pp. 137-160.

Weber, Max, Economía y sociedad. FCE, México, 1981 (5ª reimpresión).
[1] Frase dicha por el C. Presidente de la República Mexicana Vicente Fox Quezada durante el discurso pronunciado el viernes 13 de mayo en Puerto Vallarta.
[2] The pockett dictionary. Houghton Mifflin. p. 137. (La traducción es mía)
[3] Max Weber, Economía y sociedad. FCE, México, 1981 (5ª reimpresión). p. 48.
[4] Lourdes Arizpe, Campesinado y migración. SEP, México, 1985. p. 12.
[5] Revisar la tabla 2.1, página 63 de Enrique Dussel Peters, “Recent Structural Changes in Mexico´s Economy: A Preliminary analisis of some sources of Mexican Migration to the United States” en Crossings Mexican Immigration in Interdisciplinary Perspectives. (Edited by Marcelo M. Suárez-Orozco), Harvard University, USA, 1998.
[6] Op. Cit., p. 56.
[7] Mario Pérez Monterosas, “Las redes sociales de la migración emergente de Veracruz a los Estados Unidos” en Migraciones Internacionales, Vol. 2, Núm. 1, enero-junio de 2003. p. 145.
[8] Lourdes Arizpe, Campesinado y Migración. SEP, México, 1985. p. 24.

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