miércoles, 1 de octubre de 2008

Una opinión de espectáculos

Suzy-Q
Lic. en Historia, 5to Semestre
UACJ

Bien dicen que para poder entender una teoría es necesario ir a una praxis y observar (además de sentir y de imaginar) lo que ocurre en la vida cotidiana de las muchas personas que llegan a coincidir en espacios o no-lugares con nosotros. La experiencia de ir al contacto de diferentes realidades conviviendo entre si, nos pintan muchas formas para su interpretación.

Todos los días, todos los que habitamos el planeta, mejor dicho todos los que estamos bajo una mentalidad de occidente construida históricamente bajo procesos similares, nos enfrentamos a los muchos factores (visibles o invisibles) que están continuamente contrayéndonos como individuos, interactuando en sistemas económicos globalizantes de consumo y de trabajo, donde pareciera que cada vez estamos más aislados y dependientes de los medios. ¿Qué ocurre cuando abrimos nuestras percepciones a diferentes entornos, a ver un poco más allá de lo que se ve en una simple pantalla? Cuando se logra establecer la unión entre los conceptos aprendidos en la academia y la cotidianidad de la ciudad. O cuando se tiene la oportunidad de ser un poco más observador, por ejemplo con nuestros medios de comunicación, detectar ciertos escenarios que están presentes y que constantemente nos dan discursos que, tal vez sin percatarnos, están ahí ya institucionalizados, por lo tanto se convierten en factores muy difíciles de remover.

Lo anterior se expone debido a que tuvimos la oportunidad de asistir (como parte de un ejercicio de clase) a la transmisión de un programa en vivo en Ciudad Juárez para proyectarse a nivel nacional. Dentro del evento pudimos aplicar varios de los conceptos, que si bien algunos de ellos aún me resultan difíciles, nos dieron la orientación para tratar de enlazar todos los símbolos, lenguajes y discursos presentes en algo que resulta tan cotidiano como un programa de entretenimiento.

En los programas de televisión intervienen muchos escenarios que van dando una estructura y finalidad y sentido para el programa, en este caso la transmisión fue hecha (convocada) desde el Festival Internacional Chihuahua (FICH) que organiza el Gobierno del Estado, el lugar fue el Centro Cultural Paso del Norte, la estructura de Televisa (como medio de comunicación), la Seguridad Pública, Instituciones Escolares, Patrocinadores y por supuesto el Gobierno del Estado. Estos grandes escenarios no se encuentran tan separados en realidad, están entrelazados.

Tanto a las estructuras del lugar como al evento del FICH y el Gobierno del Estado detectando en ellos la política administrativa de poderío, para un grupo determinado de consumidores e inversiones para el “disfrute” de un evento “cultural” para la comunidad juarense. Aquí otro punto importante ¿qué se está entendiendo, en este caso por “cultura”? difícil de responder. Definiendo el Festival Internacional Chihuahua se trata de un evento que implica una agenda de partido político, ya que en administraciones anteriores no se había presentado un programa de tales características; la temática es mostrar “diferentes formas de la cultura”[1] tomando en cuenta el nivel estatal, nacional e internacional para mantener un “diálogo” entre las manifestaciones de la misma. Como parte de sus objetivos se señala que se busca “fortalecer los procesos de identidad que mantienen funcionalidad social en la región”[2]. Es por esto que dentro de la programación de cada año podemos ver invitados de todas partes del mundo, para “muchos gustos” y para “toda la sociedad”.
En realidad se marcan distinciones para los que habitamos en la ciudad, por ejemplo con el programa al que fuimos, que si bien se dirige a cierto tipo de personas (amas de casa, principalmente) tenía un acceso altamente restringido bajo un escenario de la Seguridad Pública, y por supuesto no se hizo una invitación a nivel general. Ya en contenido se mostraron varios elementos: un grupo de personas disfrazadas de revolucionarios, cantantes con sus sombreros y botas, el chisme y las telenovelas, actores y conductores, patrocinadores y nuevamente el gobierno del Estado ahora enviando un mensaje a la nación. Todo esto supone una simulación de cómo “debe ser” que por medio de los símbolos nacionales se pretende llegar a una realidad local, que es claramente armada y construida, por parte de todos los actores presentes. Tanto el público como el equipo que constituye al evento, se encuentran sujetos a determinadas formas de conducta pintorescas que reflejan alegría constante y euforia por encontrarse en la transmisión.

Los discursos presentes dan “valores” para la sociedad como lo es la gran familia mexicana, un cuidado del cuerpo erotizándolo y mostrando mujeres de características específicas que bien puede ser el estereotipo de mujer para muchos de los que observan desde sus casas. Niños, jóvenes y adultos, se encuentran bajo un “imán hipnotizante” (que debo confesar también provocó secuelas en mi) al contorsionarse por tomar la fotografía del conductor tal vez por saber que sale en televisión y al fin de cuentas “los que salen ahí son los únicos que existen” y existen en un imaginario social ya que en ellos se depositan muchas subjetividades y características que casi los santifican.

suzi.yantra@hotmail.com


[1] Gobierno del estado. Festival Internacional Chihuahua. En http://www.chihuahua.gob.mx/festival/ (pagina de internet, consultada del 29 de Septiembre 2008)
[2] Ídem.

1 comentario:

Estudiantes y egresados de la lic. en Historia-UABC-UACJ dijo...

Ayyyy! fuiste a ese circo? qué horror! pero te felicito! me ha gustado mucho este texto. Ojalá todos pudiéramos entender que no todo es chismes de artistas, que hay cosas más importantes. De qué sirve enterarte de la vida privada de un artista???? Atte. Karina.

(Aunque si hubiera venido ALejandro Maldonado, el maestro de YOga, yo también hubiera ido...jeje)